Ya estamos de regreso de nuestro viaje de la Milano Design Week. Sin duda, ha sido una experiencia súper interesante e inspiradora para mí, aunque he de reconocer que también ha sido físicamente agotadora. Tal y como os conté en mi primer post, ha sido mi primera vez en este evento, y la verdad es que he vuelto completamente maravillado, con las pilas cargadas y lleno de nuevas ideas para Royito Studio.
Por mucho que hubiera leído por internet sobre la feria, jamás me hubiera imaginado la magnitud de la muestra. La ciudad se involucra por completo en el evento y la cantidad de información que transmitía, era inmensamente superior a lo que yo hubiera podido imaginar. Estuvimos de miércoles a domingo. Contando que dos días eran de viaje, solo me quedaban tres días entre los que repartir toda mi energía y así poder aprovechar al máximo la experiencia. Decidí marcarme tres objetivos: El Salone, el Distrito céntrico de Brera y el Distrito de Tortona. Quizá no fuera la mejor elección, pero como primera experiencia, creo que no estuvo mal.
Aterrizamos en Milan el miércoles 12 por la noche. Nuestro apartamento estaba cerca de la plaza Wagner, una zona que me resultó muy agradable, con un buen movimiento de terraceo nocturno y lleno de restaurantes (como a mí me gusta).
DÍA 1 (JUEVES13)… EL MEGA LUJO
Tras un pequeño conflicto con los revisores del metro*, llegamos al Salone del Mobile. Era una exposición descomunal con pabellones enormes de marcas internacionales de mobiliario. Tras ver los dos primeros pabellones llamados clásico y lux, nos estábamos desesperando un poco del nivel que se respiraba entre jeques árabes y petroleros rusos. A partir del tercer pabellón comenzamos a ver stands con diseños contemporáneos. Unos ejemplos de empresas que nos gustaron mucho son: RITZWELL (imagen destacada), MONTANA, ARTDESIGN, EGOÉ, AMOSDESIGN, HELENA DARBUJÁNOVÁ y MOGG entre muchos otros.
Volvimos al centro para acabar el día en el cóctel de presentación de CARATTERI, en el que Maurizio Bernabei nos enseñó sus lámparas fabricadas artesanalmente, en Corso Veencia (el Quadrilatero della moda).
*El personal de ATM (Azienda Transporti Milanes) esa semana hace el agosto con los pringadillos (vease royito crew). Se cuadran en la última parada del metro, que casualmente es la de la feria y en la que, también casualmente, no sirve el billete normal. Dejamos que cada uno se imagine el importe de la multa que nos calló.
DÍA 2. (VIERNES 14)… LOCURA POR BRERA
El segundo día visitamos el barrio de Brera. Nunca nos hubiéramos imaginado el despliegue de tiendas, showrooms y apartamentos convertidos en salas de exposiciones, que iba a haber. Una fiesta del diseño por todo el barrio. De este día destacamos, los grifos minimalistas de CEA, las sillas, cocinas y salones de EPÓNIMO y como curiosidad VIABIZZUNO, con unos apliques para diseñar tu propia lámpara.
DÍA 3 (SÁBADO 15)… TORTONA Y LOS ARTESANOS DEL NAVIGLI.
En el distrito de Tortona era curioso ver cómo se mezclaban en el mismo espacio artesanos (como los madrileños STUDIO LA CUBE) y líneas más artísticas (como las creadas por FENOMÉNA con sus plumíferos móviles), con marcas de joyería como CARTIER con un despliegue espectacular en su showroom, Tesla volador incluido.
En general se nos ha quedado un gusto picajoso… No hemos podido llegar a todo, pero hemos visto cantidad de posibilidades y la comunidad tan gigante que hay en nuestro sector a nivel mundial. Nos quedan ganas de más para el año que viene.
Digamos que el viaje de Milán nos ha picado un poco. Pero como Royito es metal y el metal es picante, nos viene de perlas untar!